Cualquiera conoce el Lago Ness gracias al mito del monstruo de ese lago, lo cual hace que sea una visita que no puede faltar, bien sea cuando contratan un tour por Escocia, o bien cuando uno decide alquilar un coche o viajar en medio público de transporte. La forma más usual de visitarlo, por la que van todos los turistas, es la que recorre el lago por la cara norte, con paradas en pueblos con museos, hoteles y restaurantes como Drumnadrochit o Fort Augustus, pero hacer turismo no es lo mio, lo mejor para conocer la realidad de una zona es viajar e ir por libre.
Este itinerario sobre el que voy a escribir en estas líneas, comienza llegando desde Inverness hasta el Lochside Hostel, en Altsigh, el cual se reabrió hace unos pocos años y está entre Drumnadrochit y Fort Augustus, pudiendo llegar a él en autobús, ya que tiene parada propia.
Este albergue situado a orillas del propio Loch Ness, es el lugar perfecto para conocer la zona, ya que no es frecuentado por los molestos tours que siempre que llegan a un albergue, lo colonizan y van a su bola, sin prácticamente interactuar con la gente de la zona.
Vistas del Lago Ness desde el albergue
Mi primera sorpresa al llegar ahí, ya que lo reservé para dos noches, es que no escuchaba hablar inglés, y no tardé en darme cuenta en que había dos argentinas y una española trabajando allí, las cuales daba pena despedir el día que abandoné el albergue, además de gente de Australia, Inglaterra, Francia... con que era el lugar perfecto para mejorar el inglés.
Nada más llegar, llovía un poco como es habitual, pero tenía ganas de conocer un poco de la zona y, frente al albergue, cruzando con cuidado la carretera, había un camino el cual te lleva por el medio del bosque, precioso para pasear y desconectar.
Camino al otro lado del albergue
Ya de vuelta en el albergue, hablando con la gente que allí trabaja y algún huésped, veo a un grupo de españoles, dos chicos y dos chicas en la cocina dejando sus cosas en la nevera, y comenzamos a hablar, gente muy maja de Elche que estaba recorriendo la zona con el coche, y me preguntaron lugares de la zona y resto de Escocia para visitar, con que con unas cervezas, y algún cubata de por medio, hacemos amistad y me invitan para ir con ellos a visitar alguna zona que les recomiende. Y les recomendé la orilla más desconocida del Loch Ness, ya que nunca había estado y había leído sobre ella y me la habían recomendado desde el propio albergue.
La mañana siguiente, comenzamos la ruta llegando hasta Fort Augustus, donde nos desviamos para coger la carretera que rodea el Loch Ness por la cara sur. Se trata de una carretera bien cuidada pero con zonas estrechas, curvas, subidas, curvas, bajadas, y más curvas...
Vamos ascendiendo hasta que sin saberlo acabamos en un espectacular mirador, donde es obligada la parada, aunque hiciera un viento digno del propio Cierzo mientras caen gotas heladas sobre la cara.
Continuando el camino, seguimos disfrutando de los paisajes y la Escocia más natural, hasta que vemos una granja reconvertida en cafetería-pastelería, mientras disfrutamos de las Highland's Cow, las típicas vacas de la zona, que son bien cotillas y se acercan para ver lo que hacíamos.
Más adelante, vemos el típico cartel de carretera que avisa de que hay un monumento en la zona, con que paramos y hacemos caso a las indicaciones, por las cuales bajamos del coche, tomamos un sendero al otro lado de la carretera, y vamos descendiendo mientras cada vez escuchamos un sonido más ensordecedor, sentimos más fresco, y sobre todo mucha más humedad, hasta que tenemos delante la espectacular (Falls of Foyers). Una impresionante cascada que desciende bruscamente para desembocar en aguas del Lago Ness. Tras disfrutar de las vistas y descansar un poco en unos bancos que hay junto al sendero, continuamos la ruta.
La siguiente parada era algo que tenía pensado visitar desde hace tiempo, uno de los lugares más misteriosos de Escocia, y no puede ser otra cosa que Boleskine House, en Foyers. Aparcamos el coche donde buenamente podemos, y continuamos la carretera hasta que llegamos a un cementerio a orillas del lago, mientras que al otro lado de la carretera, oculta por la maleza se encuentra dicha casa, a la cual accedimos saltando una valla y evitando la maleza.
Esta casa, para cualquiera que pase por ahí y la vea, solo pensará que es una casa en ruinas devastada por un incendio hace unos años, pero para otra gente, esta casa se construyó sobre el terreno que había ocupado una iglesia que fue incendiada con todos los parroquianos dentro, y fue la casa que utilizó Aleister Crowley, o mejor conocido como Mr.Crowley, el conocido ocultista, que compró la vivienda para sus rituales satánicos. Años más tarde, la compró Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin, atraído por la figura de Crowley y todos los sucesos paranormales que allí sucedían.
Finalmente, tras pasar por otros dueños, fue abandonada y utilizada por particulares para rituales satánicos, vandalismo, y quizás cosas más "morbosas", hasta que en 2015 fue incendiada, probablemente en alguno de estos rituales.
Personalmente, no me atreví a entrar, pero más que nada por que se encuentra en ruinas, una auténtica pena no haber visto si es verdad que se siente energía del inframundo, o simplemente no se sentía nada.
Finalmente, sin ninguna incidencia paranormal, vamos a Inverness a comer de supermercado (una barra de pan, queso y pavo en lonchas), para completar la vuelta al lago y comernos el bocadillo frente al Urquhart Castle (Drumnadrochit), y ya llegar al albergue y despedirnos, es lo malo de conocer gente en estos lares, que te despides y aunque sigas en contacto no sabes si vuelves a verla.