martes, 26 de diciembre de 2017

Vuelta a Escocia (Loch Ossian-"Trainspotting")

Para los que somos unos "frikis" de la película escocesa "Trainspotting", una de las escenas míticas se rodó en esta zona, completamente perdida en medio de la nada, en el centro de las Highlands, y donde casualmente, sólo se puede acceder en tren.

Desde Fort William, el ferrocarril va ascendiendo paulatinamente hasta llegar a la estación más alta del Reino Unido, donde se apean senderistas para disfrutar de una jornada de disfrute de la naturaleza, algunos locos en busca de un lugar apartado y que encima tiene historia cinematográfica y gente que quiere alojarse ahí para ascender algunos "Munros" de la zona. Un Munro, es cualquier montaña de Escocia que supera los 3000 pies de altitud, lo que en nuestro sistema métrico significan más de 910 metros sobre el nivel del mar. En total hay 284 Munros.

Una vez apeado del tren, veo que hay un restaurante con estaciones en el edificio que antiguamente se utilizaba como estación, pero antes de tomar un refrigerio cervecil, recorro una pequeña distancia para hacer unas fotos en el lugar donde se rodó la ya comentada escena.

Ya habiendo tomado esas fotos, entro a tomar una cerveza y ver que tipo de personas trabajan ahí, como no podía ser de otra forma, gente joven y muy agradable, donde enseguida se dignan a darte conversación y casi te apena irte de ahí, pero tenía que recorrer unos veinte minutos para llegar hasta el albergue a orillas del Loch Ossian. 



El camino de acceso es simplemente impresionante, donde se puede recorrer el lago, el cual se halla en medio de la nada, y con alguna pequeña isla llena de perennifolias.




Ya en el albergue, me recibe la dueña del alojamiento, la cual es una mujer que me recuerda a los hippies de los setenta que todavía siguen viviendo así. Las letrinas están sobre una fosa séptica, donde lo único negativo era el fuerte olor que ascendía, los cuales no eran malos por los olores, ya que no olía a excremento, sino por los gases tóxicos que ascendían por la materia orgánica descompuesta.

En el edificio principal, hay una cocina rústica que tiene de todo, con unos bancos y mesas de madera, y lo más importante, un fuego. Y las habitaciones con literas y duchas con agua caliente, eran más que acogedoras.



Tras comer y un rato de lectura, hablo con dos montañeros ingleses, los cuales al contarles que soy de Zaragoza, me empiezan a hablar de Nayim y su famoso gol. Finalmente, salgo a recorrer el camino que rodea el Loch Ossian, donde sólo se escuchaba el silencio, y a algunos animales a lo lejos. 


Antes de volver, decido atravesar unas turberas, donde me lleno de barro y agua, pero eso es algo que en nuestra tierra por las escasas precipitaciones y tipos de suelo, no podemos hacer, así que disfruto de ello.





Una vez anochece, ceno hablando con la gente que se encontraba ahí, donde me encuentro a una pareja que había conocido en noches anteriores, y casi todos me decían que su sueño era vivir en la costa española una vez jubilados. 

(Luna llena sobre el albergue)

Dado que había poco que hacer, pronto a leer y dormir, ya que el día después tocaba un largo trayecto hasta Edimburgo, pero pude disfrutar de nuevo del maravilloso paisaje entre el albergue y la estación a primera hora de la mañana, con un radiante sol escocés.

 (Amanecer sobre el Loch Ossian)

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