Cierto día, me dediqué a buscar fotos de castillos escoceses, con el fin de encontrar alguno que realmente me llamara la atención, y no muy lejos de Edimburgo, o por lo menos bien comunicado, encontrándome así con el Castillo de Blair Atholl, nada que ver con la película de El Proyecto de la Bruja de Blair, ni con el exministro británico Tony Blair.
Para llegar al castillo desde el pueblo de Blair Atholl, hay que pasar por un camino asfaltado flanqueado por dos hileras de arboles, una a cada lado, que en época de otoño da un toque más mágico si todavía cabe. Una vez atravesada esta pista se puede disfrutar de tan majestuoso castillo. El cual como curiosidad, es de propiedad privada, concretamente de la familia Murray, no del tenista, sino del duque de Atholl que vive en Sudáfrica. Este duque tiene el único ejército privado legal en Europa, los Atholl Highlanders. El castillo puede visitarse previo pago de entrada, lo cual como es costumbre en mí no pagué, lo que estoy seguro que más merecía la pena eran las vistas desde fuera y del entorno.
Una vez hube disfrutado del castillo y alrededores, volví al pueblo, el cual no aparecerá como localidad destacada en ninguna guía sobre localidades escocesas, aparte de por el castillo, pero la verdad que a mí me gustó mucho. Blair Atholl es un conjunto de pedanías en las puertas del Cairngorms National Park, lo cual atrae a mucho montañero y amante de la naturaleza. La localidad está dividida en dos por el río Tilt.
En la parte del pueblo más cercana al Castillo, llamaba la atención un molino sobre un riachuelo funcionando en lo que es la panadería local, también es curioso como la gente decora sus terrenos, desde figuritas, flores, hasta osos gigantes. Llegué a disfrutar de un campo de fútbol con un cesped espectacular, aquí nos sacan ventaja, y también me entró el mono de jugar a fútbol sala, debe de ser una gozada disfrutar de estas instalaciones para la época estival.
Cruzando el río para ir a la otra parte del pueblo, claramente me llamó la atención un cartel que ponía: Pub, como no, y para ser septiembre hacía muy buen tiempo, con sol, sí, sí, sol en Escocia, que tenemos de eso más de lo que podéis imaginar, aunque tampoco mucho, y lógicamente apetece disfrutar de una buena pinta en la terraza. En ese momento sólo había dos personas en el Pub, dueño y empleado, y me senté con ellos. Pedí una pinta de Belhaven Best, pero me digeron que estaban cambiando el barril y si no me importaba tomar una John Smith, tambien de tipo Ale, dije que no había problema.
John Smith Extra Smooth es una cerveza Ale lanzada en 1993 por la empresa cervecera John Smith's. Esta cerveza tiene una graduación de 3'6%, y con notables toques afrutados, pero con la gran esencia de este tipo de cervezas tostadas. Servida fría entra bastante bien y ayuda a hidratar y refrescar. Cuando estaba acabándome esta cerveza, cual fué mi sorpresa cuando el dueño del pub, al haber cambiado ya el barril de la cerveza que pedí al principio, Belhaven Best, me invito a una media pinta, vaya alegría me dió, sin conocerme de nada y siendo extranjero, tuvo ese gran detalle. La verdad es que hay gente estupenda en estas tierras, y claro está que volveré, no sólo por lo agusto y bien tratado que me sentí en el pub, sino por lo que me gustó el pueblo. No hay nada como viajar con humildad y adaptándose a la zona y cultura donde se está, y en este país poco me cuesta acostumbrarme a tan espectaculares y maravillosos paisajes, y sobretodo a la vida de pubs y pintas.
Cómo llegar: Tren desde Edimburgo, 2 horas 10
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