lunes, 17 de febrero de 2014

Escocia (Dunbar)

Como lo que me gusta es recorrerme bien los sitios donde estoy, si puede ser, alejado de las masas de turistas que tanto incomodan, un buen día, me levanté con ganas de ir a algún sitio, pero cercano, por lo cual miré en el mapa lugares cercanos a Edimburgo, dando así con la localidad de Dunbar, no es la única de la zona que merece la pena ni mucho menos, pero hoy iremos a visitarla.

Fué llegar a la estación de Dunbar y ya se notaba que era una localidad pesquera, ni turismo ni nada que alterara el día a día de sus habitantes. Al no ser grande, no tenía perdida alguna por lo que tras ignorar en un primer momento el centro urbano, pasando por él, me dirigí al puerto, o mejor dicho, al pintoresco puerto. En el que destaca sobre él las ruinas del castillo.


Cualquiera diría que escogí un mal día para hacer turismo, pero para mí fué perfecto, pude notar la fuerza del viento y la lluvia escocesa, haciéndose visible en la fuerza con la que las olas rompían sobre la playa del pueblo, en la que como no, estando en Escocia, justo al lado del mar, como no podía ser de otra manera, hay un campo de golf.


Adentrándonos de nuevo en la localidad para abandonar al poderoso Mar del Norte por hoy, pudimos presenciar a lo alto la iglesia, con su típico y encantador cementerio rodeándola.


Callejeando, me encontré con el lugar de nacimiento de John Muir, y diréis muchos de vosotros, ¿y ese de dónde ha salido? Pues bien, fué un importante individuo al nacer el mismo día que yo, pero 150 años antes, y también destacó, al ser un reconocido naturalista que exploró muchos parajes naturales de Norteamérica y fué el partícipe principal para defender Yosemite, vamos, que se podría decir que fué el creador de las reservas naturales en el mundo, al cual le debemos que hoy en día podamos disfrutar de lugares increíbles en el que el hombre no puede meter mano.

Finalmente había que hidratar al cuerpo, que de tanto paseo entre lluvia y viento se hace sed, y nada mejor que en cualquier pub local. Paseando por la calle principal elegí hacer parada en The Black Bull, nombre de pub muy típico por esta tierra. Al entrar había parroquianos habituales, gente del lugar tomando su cerveza durante su descanso del trabajo, o simplemente estando, sin más, como no podía ser de otra manera, tuve charla con uno, al que no le hacía mucha gracia que estuvieramos tantos extranjeros trabajando en su país y él estuviera en paro, pero bueno, a diferencia de en España, es que aquí todavía hay trabajo, aunque como nos pasó años atrás, como está mal pagado y es sufrido, mejor para los de fuera. De todas maneras, pude disfrutar de mi pinta de Best.

Belhaven Best, es una cerveza que se produce en las afueras de esta localidad, siendo la cerveza típo Ale más típica por Escocia. Su graduación, apenas llega a los 4 grados, no tiene gas, y debe ser servida con una fina capa de espuma, lo cual se consigue con paciencia y a base de ser tirada en varias tandas, es peculiar ver como le dan al grifo a modo de palanca hacia uno mismo para que salga la cerveza. Este tipo de cerveza suele servirse a temperatura ambiente, aunque también hay grifos que la sirven fría (no es problema, en este país, en verano rara vez se superan los 20 grados, y en invierno pocas veces se baja de 0). Es la cerveza perfecta para degustarla, con calma. Y algo que me llamó mucho la atención desde la primera vez que la probé, es que tan pronto como entra al cuerpo, sale, por lo que si llevas unas cuantas pintas, es mejor tener el "toilet" cerca, ya que será un carrusel de visitas para regar los urinarios.

Cómo llegar: 30 minutos al Este en tren desde Edimburgo.

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